Hace mucho que no salíamos mi hermana mi prima y yo , con el trabajo y estudios siempre se nos hacía difícil, a si que un día sin pensar mucho preparamos sanguchitos, compramos unas bebidas, tomamos las llaves del auto y nos dirigimos hacia la playa.
En el camino nos percatamos que el auto no tenía nafta, así que paramos en una estación de servicio, compramos algunas cosas más que nos faltaron y seguimos nuestro camino.
El celular indicaba 10 kilómetros restantes , así que comenzamos a alistarnos.
Al acercarnos mi hermana buscaba sitio para estacionar, ya que había mucha gente, realmente era un lindo día para tomar sol y meterse al mar.
Bajamos del auto la sombrilla, las toallas , sanguchitos y bebidas y comenzamos a buscar un lugar tranquilo.
Al caminar escuchábamos a diversos vendedores, los que vendían algodón de azúcar, la manzana dulce con pochoclos , maní caramelizado , y demás ( no pude contener mi antojo y corrí hacia uno para comprar un algodón de azúcar) me pedí el más grande en color celeste.
Encontramos un lugarcito alejado de la multitud y empezamos a armar la sombrilla y tender las toallas sobre la arena blanca. El sol irradiaba , mientras me ponía bloqueador contemplaba el mar, suspirando me decía : que inmenso e infinito es…
Estuvimos todo el día hasta ver la puesta del sol, más tarde empezó a correr una brisa fría y comenzamos a levantar todo, íbamos caminando hacia el auto mirando la hermosa puesta aún rojiza. No podía no seguir viendo el atardecer con todos su colores.
En un momento vi a lo lejos cómo caía una luz radiante sobre el mar y está hacia una chispa enorme, lo hacía , una , otra , otra más , las mareas comenzaban a ser cada vez más grandes , corrimos con todas nuestra fuerzas , la arena era muy pesada para poder correr a si que algunas veces parábamos, la gente alrededor comenzó hacer lo mismo , los niños dejaban sus juguetes y seguían a sus padres.
La luz se acercaba , era inminente, me decía, "caerá sobre nosotras en cualquier momento".
Eran meteoritos, pensé, esos que habían erradicado a los dinosaurios, ahora erradicaban a los seres humanos. Solo recuerdo haber abrazado a mi hermana y prima y esperar lo peor, cerré los ojos... ¿Era el final? ¿El fin del mundo llegó? ….
Con esas preguntas inició lo que fue el despertar de un sueño en otro sueño.
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