Una mañana tranquila, me preparaba para ir a la escuela, como todos los días, mi madre me servía el desayuno mientras me decía: “ ¿ hiciste las tareas? ¿pusiste todo en la mochila? ¡no te vayas a olvidar la carpeta otra vez!” yo respondiendo: “ sí mamá todo listo”. Me senté a tomar el desayuno.
Mi padre se preparaba para sacar el auto de la cochera. Mi madre me hacía pequeños retoques a mi melena mientras me decía: “ me parece que hoy tienen una excursión, la profesora mandó un mensaje a última hora, a si que quiero que te portes bien y estés siempre cerca del grupo. Te puse algo en la mochila para que puedas comer” yo muy emocionada ( ya que las excursiones eran lo máximo, siempre aprendíamos cosas nuevas y a parte que era genial salir del aula , nuestro panóptico) respondía: “!No tenía idea!” “ que alegría , gracias por dejarme ir, me portaré muy bien, ya verás”.
Papá me llamaba para llevarme a la escuela , una vez que llegamos , no podía esperar para encontrarme con mis compañeros , preguntarles si alguno se imaginaba a dónde iremos, que haremos, y que trajeron para merendar.
Me dirigí al aula emocionada, mis compañeros sentados miraban a la profesora , mientras ella daba las pautas sobre la excursión. Volteo para despedir a mi padre (que me había acompañado hasta el aula ) lo abracé y se fue alejando de a poco. Vuelvo a mirar a mis compañeros, y algo extraño pasó. Todos ellos llevaban una máscara puesta, dentro de mí pensé que aquella situación medio rara quizá era parte de la excursión, volteó enseguida a ver a mi profesora, y ella también llevaba la suya. Asustada me dirigía a mi lugar, mientras notaba que nadie se percataba de mi presencia, hasta que la maestra me dijo: “también tengo tu máscara, ¿ la quieres?” confundida cerré los ojos y volví a abrirlos para confirmar si la situación era real, y sí , ahí seguían todos y todas con sus respectivas máscaras, pero esta vez todos tenían una máscara diferente, como más aterradoras. Yo inocentemente respondí : no gracias, no la quiero.
La profesora no me obligó y me dijo: si la quieres me la pides , a lo cual yo asentí con la cabeza.
Mis compañeros voltearon a verme , y yo no podía diferenciar quien era quien. Estaba muy asustada.
De repente la voz de la profesora: “síganme por aquí” , todos se pararon y si se dirigían a la salida, yo dejé que todos salieran antes, colocándome al final de la fila.
Cuando salí , empecé a buscar desesperadamente a mi padre , quizá sigue por aquí, no quiero ir a la excursión , quiero ir a mi casa, todo esto es muy extraño.
La profesora seguía dirigiéndonos y dándonos indicaciones. Mientras caminaba notaba como la escuela se alejaba cada vez más de nosotros, yo seguía teniendo la esperanza de encontrar a mi padre.
Mis compañeros me decían: ¡ ponte la máscara! ¡ Es por tu bien!. La profesora se acercaba lentamente a mi con la máscara en sus manos, yo no me resistí y me puse aquella máscara aterradora, noté que era imposible salir de la fila, que nos dirigíamos a un bosque en oscuridad… empecé a gritar, nadie escuchaba mis gritos, más bien escuchaba mi propio grito , como un eco .Mis compañeros continuaban la fila mientras se perdían en la oscuridad… ¿Acaso nadie puede ayudarme? ¿ mis padres sabían de esto? ¿ me están dando una elección ? no lo sabía , lo que sí sabía era que me dirigía en esa dirección al igual que mis compañeros , hacia esa oscuridad infinita, junto a ellos, junto a mi maestra, todos con nuestras máscaras que cubrían todo nuestro rostro.
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